¡Cuánto disfrutan los niños y niñas con la pintura!
Pero es que, además, la pintura con pincel estimula la imaginación y la sensibilidad. Les ayuda a mejorar su psicomotricidad fina, su coordinación óculo-manual y su control postural. También favorece su atención, su memoria y su capacidad de aprendizaje. Y en el ámbito emocional aporta confianza, autoestima y relajación.
Por esto y mucho más…¡a pintar!